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Memorias y agentividades acuáticas en la literatura y las artes panhispánicas (Tours, France)

Memorias y agentividades acuáticas en la literatura y las artes panhispánicas (Tours, France)

Publié le par Marc Escola (Source : Claire Laguian)

CONVOCATORIA

Congreso Internacional

Memorias y agentividades acuáticas en la literatura y las artes panhispánicas

1 y 2 de octubre de 2026 | Université de Tours (Francia)

Desde las cosmogonías y mitologías antiguas hasta los planteamientos culturales contemporáneos, el agua ocupa un lugar central en el imaginario de la humanidad. Encarna una dualidad radical, al ser a la vez metáfora de la vida y vector de caos (Glasgow, 2009), a menudo materializada en la imagen del diluvio, símbolo tanto de destrucción como de regeneración (Eliade, 1949). Los ríos, mares y océanos pueden percibirse tanto como vías de comunicación que conectan territorios y pueblos, como fronteras que separan regiones, naciones y continentes, pero también como cementerios humanos, lugares de memorias impedidas.

En la era del Antropoceno, el agua cobra una importancia cada vez mayor. Puede ser una mercancía (Ballestero, 2019) en las regiones donde escasea, o convertirse en una fuerza destructiva cuando se presenta en exceso, como han demostrado recientemente las desastrosas consecuencias del paso de la DANA en Valencia, o la especialmente activa temporada ciclónica de 2017 en el Caribe, que registró nada menos que 17 ciclones tropicales, entre ellos 10 huracanes de categoría 3 o superior. Esta constatación pone de relieve el papel de los fenómenos climáticos extremos en la redefinición de las relaciones que las sociedades mantienen con este recurso, que constituye a la vez un reto económico fundamental y un síntoma de las relaciones de poder a escala mundial, pero también una amenaza para las actividades humanas, especialmente en aquellos territorios ya vulnerables por el impacto del (neo)colonialismo, el neoliberalismo o el turismo de masas. Esta evolución refleja un cambio de perspectiva, que marca el paso de una visión antropocéntrica del mundo a un enfoque biocéntrico, impulsado en particular por corrientes como la ecología profunda (Næss, 1973) o el pensamiento «más que humano» (Abram, 1996). Hoy en día, a algunos elementos hidrográficos se les puede incluso atribuir la condición de personalidad jurídica, como fue el caso de la laguna del Mar Menor en 2022.

El pensamiento occidental también ha adoptado la imagen de la fluidez para caracterizar la época contemporánea a través del concepto de «modernidad líquida» (Bauman, 2003). A partir de esta dimensión metafórica, las teorías y críticas —ya sean culturales, artísticas o literarias— tienden progresivamente a adoptar una postura que convierte al agua no solo en un mero símbolo, sino en un verdadero objeto de estudio. Durante las últimas dos décadas, el surgimiento del enfoque interdisciplinario de las Blue Humanities ha permitido observar y cuestionar la relación del ser humano con el agua a escala planetaria y en todo tipo de formas y estados (Mentz, 2024), mientras que el «giro oceánico» o «nueva talasología» (Braudel, 1949; Gilroy, 1993), que ha dado lugar al desarrollo de los Oceanic Studies, hace hincapié en la fluidez disciplinaria y propone repensar nuestras ontologías y epistemologías. Así, la «hidrocrítica», tal y como la formula Laura Winkiel (2019), denuncia las estrategias de dominación ejercidas sobre las personas, las tierras y los recursos a través del control de las diferentes formas del agua (Moraña, 2022). De manera similar, el hidrocolonialismo cuestiona el poder colonial basado en la dominación del agua y a través del agua (Hofmeyr, 2022). La ecocrítica azul, por su parte, propone desplazar el énfasis de una ecocrítica anclada en el medio ambiente terrestre hacia las representaciones relacionadas con los medios acuáticos (Dobrin, 2021), es decir, hacia una hidropoética (Compan y Magdelaine-Andrianjafitrimo, 2024). Paralelamente, el ecofeminismo explora los vínculos entre el agua y el cuerpo (Neimanis, 2017; Jue, 2020).

En el mundo panhispánico (América Latina, Caribe, España peninsular, Baleares y Canarias, Ceuta y Melilla, Sáhara Occidental, Guinea Ecuatorial, Filipinas, y otros territorios hispanohablantes), el agua también ocupa un lugar central. Su escasez en algunas regiones ha obligado históricamente a las poblaciones humanas a redoblar su creatividad e inteligencia para desarrollar sistemas de riego y abastecimiento de agua. En los albores de la modernidad, la travesía del Atlántico, primero por los colonizadores y luego por los barcos negreros, inauguró una nueva etapa para la Corona española, transformando de forma duradera las relaciones geopolíticas a escala mundial, pero también el pensamiento, las ontologías y los imaginarios (Dussel, 1992). La «tempestad moderna» (Ferdinand, 2019), asociada a la trata de esclavos y al surgimiento de la modernidad capitalista, conjuga el desastre medioambiental y la esclavitud colonial, transformando el océano Atlántico en un «abismo marino» (Glissant, 1990). La memoria traumática de este Pasaje del Medio, que se reinventa constantemente en formas contemporáneas de migración forzada —en el Mediterráneo, en la peligrosa ruta canaria frente a las costas africanas, o incluso en el peligroso Golfo de México, en plena crisis de los balseros—, sigue acechando hoy en día el imaginario literario y artístico, especialmente a través del motivo de la cala (Césaire, 1956).

El agua, recurso natural y vital, también cristaliza tensiones y conflictos en las regiones donde escasea: es objeto de codicia por parte de las multinacionales, como lo demuestra, por ejemplo, la «guerra del agua de Cochabamba» en 2000, durante la cual las clases populares se reapropiaron del espacio urbano organizándose en un movimiento social de protesta contra el proyecto de privatización del acceso al agua (Uhel, 2019). Víctimas colaterales del extractivismo minero o de la voracidad energética humana, los frágiles ecosistemas de los lagos y ríos también se ven amenazados por la expansión capitalista y su ilusión de crecimiento sin límites. La gestión del agua es una cuestión crucial en las regiones densamente pobladas, especialmente en las zonas turísticas, donde el suministro de agua potable y el tratamiento de las aguas residuales reproducen y acentúan las desigualdades sociales o raciales. Al mismo tiempo, las políticas hidráulicas aplicadas por los Estados, como las desplegadas bajo el régimen franquista o en América Latina, alteran significativamente las dinámicas ecológicas y sociales. Sin embargo, allí donde el agua y las comunidades están en peligro, surgen resistencias que demuestran la capacidad de los individuos y los grupos humanos para replantearse sus necesidades vitales y organizarse para defenderlas.

De todo ello se hacen eco las artes y la literatura: cabe mencionar la literatura oral o escrita (mitos y leyendas), el realismo social y el realismo crítico españoles de los años 1950 y 1960, los relatos sobre la esclavitud y la travesía del Atlántico, la ficción climática (cli-fi) que, a partir de los años 2000, «cuestiona la responsabilidad del escritor» (Clavaron, 2023: 183), la novela distópica que explora el motivo de las ciudades sumergidas o incluso obras literarias o visuales que evocan los conflictos en torno al agua. ¿Cómo no pensar, de hecho, en la película También la lluvia (2010) o en las obras visuales del artista cubano Tomás Sánchez? El agua puede incluso convertirse en museo, como ocurre con el Museo Atlántico de Lanzarote, un espacio acuático accesible únicamente para buceadores (con visitas adaptadas a todos los niveles). Esta lista, lejos de ser exhaustiva, da cuenta de la diversidad y el dinamismo de las representaciones artísticas y literarias en torno a la cuestión del agua, que este congreso se propone explorar.

Partiendo de la constatación de que el elemento acuático conlleva significados variados y a veces opuestos, mientras cristaliza retos memorísticos, políticos, éticos o estéticos, este congreso pretende suscitar una reflexión sobre la forma en que, en los discursos literarios y artísticos, el agua ofrece la posibilidad de repensar la relación del ser humano con el otro y con su entorno. Entre memoria y agentividad[1], ¿cómo refleja el agua la capacidad de los individuos y las comunidades humanas para articular discursos o actos de resistencia a través del arte? ¿Las representaciones del agua —elemento dual— funcionan como símbolos de violencia o permiten imaginar otras formas de habitar el mundo? ¿Ponen de relieve o cuestionan la agentividad del ser humano, su capacidad para competir en inteligencia e ingenio para satisfacer sus necesidades y garantizar su seguridad? Estas preguntas, que no son exhaustivas, podrán explorarse durante el congreso a través de la literatura y las artes de los mundos panhispánicos de diferentes épocas.

 [1] Este concepto, traducido del inglés «agency» y procedente de los estudios queer estadounidenses, designa la capacidad de actuar del sujeto, que se basa en su conciencia reflexiva. El término «agency», que propone en particular Judith Butler (2004; 2009), puede traducirse como «agentividad» o «agencia», «capacidad de actuar» o incluso «poder de actuar».

Líneas temáticas posibles (permeables —¡líquidas!— y no exhaustivas):

1.      Motivos y temas: representaciones de topografías acuáticas (ríos, mares, océanos, islas...) y comunidades marítimas, lacustres y costeras; la batalla por el agua (el oro azul y la poética del desierto, los conflictos por el acceso al agua, la contaminación acuática...); el agua como lugar/objeto de memoria (trauma colonial, Pasaje del Medio, migraciones, desapariciones forzadas...); el agua como metáfora de la fluidez de género y sexualidades…

2.     Estrategias líquidas de representación del mundo: espectralidad; confusión; epistemología fluida; hibridación; liminaridad...

3.     Cuestiones genéricas: el papel del agua en la ficción climática; la apropiación literaria y artística de la mitología acuática (mitos y leyendas, lo fantástico, el realismo mágico, lo maravilloso...); la mitología hidrofemenina; el agua y las nuevas formas de realismo...

4.     Enfoques críticos: la hidropoética; el agua y la ecocrítica en la era del Antropoceno; el lugar del agua en la ficción ecofeminista...

Modalidades prácticas:

Las propuestas de comunicación de unas 300 palabras, acompañadas de un título y un CV resumido, deberán enviarse antes del 1 de marzo de 2026 a: colloque.eau2026@gmail.com.

El comité organizador comunicará a principios de abril de 2026 el resultado del proceso de evaluación de las propuestas recibidas.

Las comunicaciones se realizarán en español.

Publicación:

El congreso dará lugar a una publicación. La participación en el congreso no implica el compromiso de publicación, ya que los textos presentados al término del mismo deberán someterse a un proceso de evaluación independiente.

Comité organizador:

·        Roxana Ilasca (ICD, Université de Tours)

·        Claire Laguian (LER, Université Paris 8)

·        Sophie Large (ICD, Université de Tours, IUF)

Referencias citadas:

ABRAM, D. (1996). The Spell of the Sensuous. Perception and Language in a More-Than-Human World. New York: Vintage Books.

BALLESTERO, A. (2019). A Future History of Water. Durham : Duke University Press.

BRAUDEL, F. (1949). La Méditerranée et le Monde méditerranéen à l'époque de Philippe II. Paris : Armand Colin.

BRELET, C. (2024). Réenchanter l’eau. Plaidoyer anthropologique. Arles : Actes Sud.

CÉSAIRE, A. (1956). Cahier d’un retour au pays natal. Paris : Présence Africaine.

CLAVARON, Y. (2023). Éc(h)ographies d’une terre déréglée. Petit traité d’écocritique, Paris : Kimé.

COMPAN, M. & MAGDELAINE-ANDRIANJAFITRIMO, V. (dir.) (2024). Convergences océanes. Ces océans qui nous habitent. Saint-Denis : Presses Universitaires Indianocéaniques.

DOBRIN, S. (2021). Blue Ecocriticism and the Oceanic Imperative. Londres : Routledge.

DUSSEL, E. (1992). 1492. El encubrimiento del otro. Hacia el origen del mito de la modernidad, Madrid : Nueva Utopía.

ELIADE, M. (1949). Traité d’histoire des religions. Paris : Payot.

FERDINAND, M. (2019). Une écologie décoloniale. Penser l'écologie depuis le monde caribéen. Paris : Seuil.

GILROY, P. (1993). The Black Atlantic: Modernity and Double Consciousness (1993). Londres / New York : Verso.

GLASGOW, R.D.V. (2009). The Concept of Water. R. Glasgow Books.

GLISSANT, É. (1990). Poétique de la Relation, Paris : Gallimard.

HOFMEYR, I. (2022). Dockside Reading: Hydrocolonialism and the Custom House. Durham: Duke University Press.

UHEL, M. (2019). « La “guerre de l’eau” à Cochabamba. De la réappropriation de l’espace politique à la reproduction d’un lieu symbolique de la contestation », L’Espace Politique, no37, http://journals.openedition.org/espacepolitique/6288 (consulté le 14 mai 2025). 

JUE, M. (2020). Wild Blue Media. Durham & Londres : Duke University Press.

MORAÑA, M. (éd.) (2022). Hydrocriticism and Colonialism in Latin America. Water Marks. Londres : Palgrave Macmillan.

MENTZ, S. (2024). An Introduction to the Blue Humanities. New York & Londres : Routledge.

NÆSS, A. (2021). L’Écologie profonde. Paris : PUF.

NEIMANIS, A. (2017). Bodies of Water. Posthuman Feminist Phenomenology. New York & Londres : Bloomsbury.

WINKIEL, L. (2019). Introduction. Hydro-criticism, English Language Notes, vol. 57, n° 1.

 

 

 

 
APPEL A COMMUNICATIONS

Colloque international

Mémoires et agentivités aquatiques dans la littérature et les arts panhispaniques

1er – 2 octobre 2026 | Université de Tours

Des cosmogonies et mythologies anciennes jusqu’aux approches culturelles contemporaines, l’eau occupe une place centrale dans l’imaginaire de l’humanité. Elle incarne une dualité radicale, en étant, à la fois, une métaphore de la vie et vecteur de chaos (Glasgow, 2009), souvent matérialisée par l’image du déluge, symbole tout autant de destruction que de régénération (Eliade, 1949). Rivières, mers et océans peuvent ainsi être perçus tantôt comme des voies de communication reliant les territoires et les peuples, tantôt comme des frontières séparant régions, nations et continents, mais aussi comme des cimetières humains, lieux de mémoires empêchées.

À l’ère de l’Anthropocène, l’eau revêt une importance accrue. Elle peut être une marchandise (Ballestero, 2019) dans les régions où elle se fait rare, ou devenir une force destructrice lorsqu’elle est présente en excès, comme l’ont montré récemment les conséquences désastreuses du passage de la DANA à Valencia, ou la saison cyclonique particulièrement active de 2017 dans la région caribéenne, qui a enregistré pas moins de 17 cyclones tropicaux, dont 10 ouragans de catégorie 3 et plus. Ce constat met en lumière le rôle des phénomènes climatiques extrêmes dans la redéfinition des rapports que les sociétés entretiennent avec cette ressource, qui constitue à la fois un enjeu économique fondamental et un symptôme des rapports de pouvoir planétaires, mais aussi une menace pour les activités humaines, particulièrement dans les territoires déjà rendus vulnérables par l’impact du (néo‑)colonialisme, du néo-libéralisme ou du tourisme de masse. Cette évolution témoigne d’un changement de perspective, marquant le passage d’une vision anthropocentrée du monde vers une approche biocentrée, portée notamment par des courants tels que l’écologie profonde (Næss, 1973) ou la pensée du « plus-qu’humain » (Abram, 1996). Aujourd’hui, certains éléments hydrographiques peuvent même se voir attribuer le statut de personnalité juridique, comme cela a été le cas de la lagune du Mar Menor en 2022.

La pensée occidentale s’est également approprié l’image de la fluidité afin de caractériser l’époque contemporaine à travers le concept de « modernité liquide » (Bauman, 2003). À partir de cette dimension métaphorique, les théories et critiques – qu’elles soient culturelles, artistiques ou littéraires – tendent progressivement à adopter une posture qui fait de l’eau non plus un simple symbole, mais un véritable objet d’étude en soi. Ces deux dernières décennies, l’émergence de l’approche interdisciplinaire des Blue Humanities a permis d’observer et d’interroger la relation de l’être humain avec l’eau à l’échelle planétaire et dans toutes sortes de formes et états (Mentz, 2024), tandis que l’« Oceanic Turn » ou « New Thalassology » (Braudel, 1949 ; Gilroy, 1993), ayant donné lieu au développement des Oceanic Studies, mettent l’accent sur la fluidité disciplinaire et proposent de repenser nos ontologies et épistémologies. Ainsi, l’« hydro-critique », telle que formulée par Laura Winkiel (2019), dénonce les stratégies de domination exercées sur les personnes, les terres et les ressources, à travers le contrôle des différentes formes d’eau (Moraña, 2022). De manière similaire, l’hydro-colonialisme remet en cause le pouvoir colonial assis sur la domination de l’eau et à travers l’eau (Hofmeyr, 2022). L’écocritique bleue propose, quant à elle, de déplacer l’accent d’une écocritique ancrée dans l’environnement terrestre vers les représentations liées aux milieux aquatiques (Dobrin, 2021), en d’autres termes, vers une hydro-poétique (Compan & Magdelaine-Andrianjafitrimo, 2024). Parallèlement, l’écoféminisme explore les liens entre l’eau et le corps (Neimanis, 2017 ; Jue, 2020).

Dans le monde panhispanique (Amérique Latine, Caraïbes, Espagne péninsulaire, Baléares et Canaries, Ceuta et Melilla, Sahara occidental, Guinée Équatoriale, Philippines, et autres territoires hispanophones), l’eau occupe également une place centrale. Sa rareté dans certaines régions a historiquement forcé les populations humaines à redoubler de créativité et d’intelligence dans le développement de systèmes d’irrigation et d’approvisionnement hydrique. Au tournant de la modernité, la traversée de l’Atlantique, d’abord par les colonisateurs, puis par les navires négriers, inaugure une nouvelle phase pour la couronne espagnole, transformant durablement les rapports géopolitiques à l’échelle mondiale, mais aussi la pensée, les ontologies et les imaginaires (Dussel, 1992). La « tempête moderne » (Ferdinand, 2019), associée à la traite négrière et à l’émergence de la modernité capitaliste, conjugue désastre environnemental et asservissement colonial, transformant l’océan Atlantique en « gouffre de l’abîme marin » (Glissant, 1990). La mémoire traumatique de ce Passage du milieu, qui ne cesse de se réinventer dans des formes contemporaines de migration forcée — en Méditerranée, sur la dangereuse route canarienne au large des côtes africaines, ou encore dans le périlleux Golfe du Mexique, au plus fort de la crise des balseros — hante encore aujourd’hui les imaginaires littéraires et artistiques, à travers notamment le motif de la cale (Césaire, 1956).

Ressource naturelle et vitale, l’eau cristallise également les tensions et les conflits dans les régions où elle se fait rare : elle est ainsi l’objet de convoitise pour des multinationales, comme en témoigne, par exemple, la « guerre de l’eau de Cochabamba » en 2000, au cours de laquelle les classes populaires se sont réapproprié l’espace urbain en se structurant dans un mouvement social de contestation face au projet de privatisation de l’accès à l’eau (Uhel, 2019). Victimes collatérales de l’extractivisme minier ou de la voracité énergétique humaine, les fragiles écosystèmes des lacs et des rivières sont eux aussi menacés par l’expansion capitaliste et son illusion de croissance sans limites. La gestion de l’eau est un problème crucial dans les régions densément peuplées, particulièrement dans les zones touristiques, où la distribution d’eau potable et le traitement des eaux usées reproduisent et accentuent les inégalités sociales ou raciales. Parallèlement, les politiques hydrauliques mises en place par les États, telles que celles déployées sous le régime franquiste ou en Amérique latine, altèrent de manière significative les dynamiques écologiques et sociales. Pour autant, partout où l’eau et les communautés sont en péril, des résistances émergent, témoignant de la capacité des individus et des groupes humains à repenser leurs besoins vitaux et à s’organiser pour les défendre.

De tout cela, les arts et la littérature se font l’écho : on peut ainsi penser à la littérature orale ou écrite (mythes et légendes), au réalisme social et au réalisme critique espagnols des années 1950 et 1960, aux récits de l’esclavage et de la traversée de l’Atlantique, à la fiction climatique (cli-fi) qui, à partir des années 2000, « interroge la responsabilité de l’écrivain » (Clavaron, 2023 : 183), au roman dystopique qui explore le motif des cités englouties ou encore à des œuvres littéraires ou visuelles évoquant les conflits autour de l’eau. Comment ne pas penser par ailleurs au film También la lluvia (2010) ou aux œuvres visuelles de l’artiste cubain Tomás Sánchez ? L’eau peut même devenir un musée à part entière, comme c’est le cas avec le Museo Atlántico de Lanzarote, espace aquatique accessible uniquement aux plongeurs (avec des visites adaptées à tous les niveaux). Cette liste, bien loin d’être exhaustive, témoigne de la diversité et du dynamisme des représentations artistiques et littéraires autour de la question de l’eau, que ce colloque propose d’explorer.

Partant du constat que l’élément aquatique charrie des significations variées et parfois opposées, tout en cristallisant des enjeux mémoriels, politiques, éthiques ou esthétiques, ce colloque entend susciter une réflexion autour de la façon dont, dans les discours littéraires et artistiques, l’eau offre la possibilité de repenser le rapport de l’être humain à autrui et à son environnement. Entre mémoire et agentivité[2], comment l’eau se fait-elle le reflet de la capacité des individus et des communautés humaines à articuler des discours ou des actes de résistance à travers l’art ? Les représentations de l’eau, élément duel, fonctionnent-elles comme symboles de violences, ou permettent-elle d’envisager d’autres façons d’habiter le monde ? Mettent-elles en évidence ou en question l’agentivité de l’être humain, sa capacité à rivaliser d’intelligence et d’ingéniosité pour subvenir à ses besoins et assurer sa sécurité ? Ces interrogations, non limitatives, pourront être explorées au cours du colloque à travers la littérature et les arts des mondes panhispaniques de différentes époques.

Axes possibles (perméables — liquides ! — et non exhaustifs) :

1.      Motifs et thématiques : les représentations des topographies aquatiques (rivière, mer, océan, île…) et des communautés maritimes, lacustres, côtières ; la bataille de l’eau (l’or bleu et la poétique du désert, les conflits autour de l’accès à l’eau, la pollution aquatique…) ; l’eau comme lieu/objet de mémoire (traumatisme colonial, Passage du milieu, migrations, disparitions forcées…) ; l’eau comme métaphore de la fluidité de genre et sexualités…

2.     Stratégies liquides de représentation du monde : spectralité ; trouble ; épistémologie fluide ; hybridité ; liminarité…

3.     Questions génériques : le rôle de l’eau dans la fiction climatique ; l’appropriation littéraire et artistique de la mythologie aquatique (mythes et légendes, fantastique, réalisme magique, merveilleux…) ; la mythologie hydroféminine ; l’eau et les nouvelles formes de réalisme…

4.     Approches critiques : l’hydro-poétique ; l’eau et l’écocritique à l’ère de l’Anthropocène ; la place de l’eau dans la fiction écoféministe…

Modalités pratiques :

Les propositions de communication (environ 300 mots), accompagnées d’un titre et d’une brève notice bio-bibliographique, seront à envoyer avant le 1er mars 2026 à : colloque.eau2026@gmail.com.

Les décisions d’acceptation seront communiquées aux auteur·trices début avril.

La langue de communication sera l’espagnol.

Publication :

Le colloque donnera lieu à une publication. La participation au colloque ne vaut pas engagement de publication, les textes remis à l’issue de celui-ci devant être soumis à une procédure d’évaluation par les pairs.

Comité d’organisation :

·        Roxana Ilasca (ICD, Université de Tours)

·        Claire Laguian (LER, Université Paris 8)

·        Sophie Large (ICD, Université de Tours, IUF)

Références citées :

ABRAM, D. (1996). The Spell of the Sensuous. Perception and Language in a More-Than-Human World. New York: Vintage Books.

BALLESTERO, A. (2019). A Future History of Water. Durham : Duke University Press.

BRAUDEL, F. (1949). La Méditerranée et le Monde méditerranéen à l'époque de Philippe II. Paris : Armand Colin.

BRELET, C. (2024). Réenchanter l’eau. Plaidoyer anthropologique. Arles : Actes Sud.

CÉSAIRE, A. (1956). Cahier d’un retour au pays natal. Paris : Présence Africaine.

CLAVARON, Y. (2023). Éc(h)ographies d’une terre déréglée. Petit traité d’écocritique, Paris : Kimé.

COMPAN, M. & MAGDELAINE-ANDRIANJAFITRIMO, V. (dir.) (2024). Convergences océanes. Ces océans qui nous habitent. Saint-Denis : Presses Universitaires Indianocéaniques.

DOBRIN, S. (2021). Blue Ecocriticism and the Oceanic Imperative. Londres : Routledge.

DUSSEL, E. (1992). 1492. El encubrimiento del otro. Hacia el origen del mito de la modernidad, Madrid : Nueva Utopía.

ELIADE, M. (1949). Traité d’histoire des religions. Paris : Payot.

FERDINAND, M. (2019). Une écologie décoloniale. Penser l'écologie depuis le monde caribéen. Paris : Seuil.

GILROY, P. (1993). The Black Atlantic: Modernity and Double Consciousness (1993). Londres / New York : Verso.

GLASGOW, R.D.V. (2009). The Concept of Water. R. Glasgow Books.

GLISSANT, É. (1990). Poétique de la Relation, Paris : Gallimard.

HOFMEYR, I. (2022). Dockside Reading: Hydrocolonialism and the Custom House. Durham: Duke University Press.

UHEL, M. (2019). « La “guerre de l’eau” à Cochabamba. De la réappropriation de l’espace politique à la reproduction d’un lieu symbolique de la contestation », L’Espace Politique, no37, http://journals.openedition.org/espacepolitique/6288 (consulté le 14 mai 2025). 

JUE, M. (2020). Wild Blue Media. Durham & Londres : Duke University Press.

MORAÑA, M. (éd.) (2022). Hydrocriticism and Colonialism in Latin America. Water Marks. Londres : Palgrave Macmillan.

MENTZ, S. (2024). An Introduction to the Blue Humanities. New York & Londres : Routledge.

NÆSS, A. (2021). L’Écologie profonde. Paris : PUF.

NEIMANIS, A. (2017). Bodies of Water. Posthuman Feminist Phenomenology. New York & Londres : Bloomsbury.

WINKIEL, L. (2019). Introduction. Hydro-criticism, English Language Notes, vol. 57, n° 1.

 [2] Ce concept, traduit de l’anglais « agency » et issu des études queer étatsuniennes, désigne la capacité d’agir du sujet, laquelle repose sur la conscience réflexive de ce dernier. Le terme « agency », avancé en particulier par Judith Butler (2004 ; 2009), peut-être traduit en français par « agentivité », « capacité d’agir » ou encore « puissance d’agir ».